La oralidad en las escuelas
Como ya comentamos anteriormente en la explicación de las unidades integradas, la escuela lleva tomando muchos años un sentido tradicional en el que encuentra sumergido desde hace mucho tiempo.
Esta visión tradicional se centra, en su gran mayoría, en la explicación, de forma abundante, por parte del docente de contenidos para que los discentes memoricen y después se lo plasmen en un examen escrito.
El mundo en el que vivimos se basa única y exclusivamente en el uso de la palabra para comunicarse oralmente.
Para todas las actividades que realizas en tu día a día, necesitas hablar con otras personas, ya sea por un motivo u otro.
La importancia de la oralidad es vital para el transcurso de la vida.
En las escuelas, se trabaja muy poco esto, condicionado, fundamentalmente, por ese carácter tradicional. Cierto sector del grupo docente cree que la oralidad es algo exclusivo del área de lengua y literatura, siendo impensable trabajarlo en otras materias.
Esta concepción errónea está provocando que esos jóvenes no desarrollen su fluidez oral, ya que es algo que no ven e su día a día.
Para cambiar esta situación, os proporciono dos ejemplos de actividades para trabajar la oralidad, tanto en un área lingüística como en una que no:
Área de lengua y literatura:
En parejas, inventar un diálogo sobre un tema específico para luego reproducirlo a los demás compañeros.
Área de matemáticas:
Cada alumno deberá resolverlo individualmente. A continuación, junto con toda la clase, debatir la solución del mismo, explicando el procedimiento llevado a cabo para su realización.
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